Residencias: Entre el coronavirus y la prensa

Seguramente esta entrada no será recordada como la más elaborada de este blog, pero posiblemente sea la más necesaria viendo la cantidad de noticias que se están emitiendo sobre las residencias y el COVID-19.

Este blog fue creado para poner frente al espejo lo que hacemos los propios profesionales con las personas mayores. Sin embargo, ahora son los medios de comunicación los que ponen en el paredón nuestra profesionalidad.

Se vierten titulares como El virus golpea a las residencias vizcaínas con 33 internos y 12 empleados positivos, si bien este dato es cierto, no es menos cierto que en Vizcaya hay un total de 10.700 plazas residenciales, por lo que 33 afectados significa que 10.667 usuarios han sido mantenidos a salvo de la infección, es decir, el 99,7% de los usuarios de residencias en Vizcaya están libres de coronavirus. Después de estos datos creo que queda más que confirmado que el titular «el virus golpea a las residencias…» debería se sustituido por «el virus roza a las residencias», pero aparentemente no tiene tanto impacto.

Por otro lado, se hace mucho hincapié en la desinfección de los accesos a los centros residenciales con imágenes de militares (bienvenidos sean) rociando los patios y paredes. Creo que a estas imágenes les debería acompañar una explicación que aclare que la infección por conoravirus no tiene nada que ver con la suciedad o con malos cuidados. Se redacta la noticia como si hubiera una insalubridad tan grande que hace que el coronavirus campe a sus anchas.

Es increíble que todo un gobierno se esté escudando en que «esto nadie lo podía prever», incluso que se haya creado un movimiento tras el hastag #YOAPOYOALGOBIERNO para defender esta tesis de la «inesperada» pandemia. Y sin embargo, a las residencias se les exige que prevean una pandemia y que además se tengan los Equipos de Protección Individual apropiados (esos que escasean en los hospitales) en centros donde nos enfrentamos, en el peor de los casos, a infecciones de heridas, infecciones urinarias o gripes comunes.

No entiendo el descaro de los medios. En un mismo informativo dicen que El Palacio de Hielo de Madrid ya funciona como morgue y recibe a los primeros fallecidos por coronavirus justificándose en el colapso de las funerarias, y luego ponen el grito en el cielo porque los militares han encontrado 2 cadáveres en 2 residencias, ¡con intervención de la Ministra de Defensa y todo! Profundizando en esta última noticia descubrimos que las residencias habían tratado los cadáveres según el protocolo establecido por el Ministerio de Sanidad y que los cuerpos no habían sido retirados por el colapso de los servicios funerarios anteriormente citado.

Yo me he estremecido viendo a compañeras de una residencia de otra comunidad autónoma llorando porque no han podido parar la infección y como consecuencia practicamente todos los usuarios se hallaban contagiados. Contaban que ellas mismas están contagiadas porque carecían de EPIs adecuados y que estaban trabajando con tos y fiebre porque no había personal para sustituirlas y añadían que no pensaban dejar solos a los mayores bajo ningún concepto. He leído como enfermeros y TCAEs decidían confinarse en otra residencia para amortiguar el golpe del COVID-19 trabajando casi todo el día, todos los días, no regresando con sus familias mientras esta crisis dure. Evitaban así contagiar a los suyos y, al mismo tiempo, que más personal se expusiera al riesgo de contagio.

Algunos nos revelamos ante estas actitudes de la prensa y de la propia sociedad hartos de ser el patito feo. Cansados de pagar justos por pecadores. ¡Claro que hay residencias que merecen el cierre! pero no por el coronavirus si no por ser residencias de nula calidad, siempre lo fueron. No entraré a defender estos «chiringuitos», pero no voy a permitir que se haga de una parte el todo, no voy a permitir que se nos ponga a las residencias siempre bajo una sombra de sospecha. La mayoría de residencias funcionan bien, el personal está cualificado y entregado con la causa, algunos han renunciado a trabajos mejor remunerados y mejor considerados socialmente, en definitiva, han dicho NO a más dinero y mayor estatus por trabajar en lo que aman: cuidar a las personas mayores.

Quiero acabar lanzando un soplo de esperanza a mis compañeros y compañeras de toda España. Esto pasará y con suerte servirá para reivindicarnos, para poner la atención gerontológica en el lugar que se merece. También quiero trasmitir un mensaje a las familias de personas usuarias de residencias: vamos a cuidarles, nos vamos a dejar la piel en ello, no siempre seremos capaces de salvar a todos pero creedme, los profesionales haremos todo lo posible para que vuelvas a abrazar a tu padre, madre o abuelos.

Como extra os dejo el link a un hilo que escribí el otro día contando la situación actual de las residencias comparándolo con un castillo medieval . También os recomiendo seguir a Jesús Navarro, enfermero especialista en geriatría que hace comentarios e hilos muy acertados en relación a lo tratado en esta entrada.

En los hospitales: Impotencia.
En las residencias: Indefensión.

— Jesús Navarro (@Hassimury) March 24, 2020