Reflexión

Reyes magos en residencias ¿sí o no?

Se acabaron las fiestas navideñas, y como cada año el punto final lo marca el día de los Reyes Magos. Así que me ha venido a la mente una encuesta que lancé en Twitter en Enero de 2020; sí, en la era prepandémica. En aquella consulta planteaba una pregunta a los tuiteros para conocer su opinión sobre la conveniencia de que los Reyes Magos visitasen los centros de mayores. Hubo opiniones que defendían las tres opciones: la mayoría que opinaba que sí, otros pensaban que no, y el grupo de los que no lo tenían claro (en este grupo me encontraba yo y por eso preguntaba). Te cuento el debate, te explico porqué sigo con dudas y te animo a que des tu opinión en los comentarios. Vamos allá:

Como ves en los resultados de la encuesta, el 65,9% opinaba que es una bonita tradición que se debe mantener en las residencias. En los comentarios (y en mensajes privados) la gente expresaba que los mayores sí lo disfrutan, una tuitera me contaba el caso de su propia madre y de cómo le entusiasma este día. Otros afirmaban que es una manera de hacerles partícipes de las fiestas que el resto de personas celebramos en nuestras casas. Hay opiniones que decían que es una forma de aliviar el peso de estar en una residencia, que es un buen momento para que los nietos lo compartan con ellos y que sí ellos habían aceptado esta celebración pues estupendo.

Por otro lado estaban los que veían una infantilización en este tipo de actos. Están de acuerdo en que es una fiesta para celebrar entre todos, pero que está más dirigida al público infantil, por lo tanto, hacer el «mismo teatrillo» con los mayores es una forma de tratarles como niños. Hay voces que opinan que es una forma de infantilizar a los mayores y de utilizarlos para lavar la imagen de la residencia en estas fechas donde las familias acuden más frecuentemente.

Cuando abrí esta encuesta pensaba que el resultado iba a ser distinto. Yo personalmente sigo sin tener una opinión clara: creo que el dilema «sí o no» se queda corto y que el debate debe estar en el «cómo». Cada año cuando veo que los Reyes Magos acuden a la residencia me fijo mucho en cómo se hace. Normalmente los Reyes suelen ser bastante corteses y tratan a todo el mundo con respeto, además son solamente tres para tantos usuarios, por lo que no dan abasto. Sin embargo, a veces sí veo que hablan a algunos mayores en el mismo tono y en los mismos términos que si lo hicieran a niños de 6 años. Pero creo que es más grave la actitud de parte del personal (supuestos profesionales) que sí caen en la infantilización más absoluta, especialmente ante personas con algún tipo de demencia. Se dirigen a estos mayores convenciéndoles de que son verdaderamente sus majestades de Oriente como haríamos con los escolares. Estos usuarios, dentro de su demencia, no llegan a entender realmente lo que está ocurriendo (o quizá sí) pero creo que el enfoque que habría que darle es más el de una festividad donde puedan disfrutar de la música, los trajes de los reyes, los colores y el jolgorio, y como no, de la compañía de su familia y sus compañeros. Y las personas que mantienen las facultades mentales intactas y han decidido acudir a ver a los Reyes no necesitan que les tratemos condescendientemente, están por voluntad propia y lo disfrutan con nosotros (o en ocasiones a pesar de nosotros).

Observa el titular sobre una festividad en una residencia

¿Creo que debe dejar de celebrarse? Pues realmente no. Creo que es una festividad que debe ser disfrutada, pero para ello los mayores han tenido que ser preguntados si es una actividad que deseen. Es cierto que la mayoría acude a ver a los Reyes, pero no es menos cierto que la alternativa a esa fiesta es ninguna, solo les quedaría seguir con su día como un día cualquiera más. Puede que en caso de ser preguntados previamente sí lo eligieran y siguieran disfrutándolo, pero también pueden preferir otro tipo de entretenimiento: aprender a hacer roscones y después degustarlos, hacer un coro navideño, intercambiar cartas o charlas con escolares por aquello de la experiencia intergeneracional, aprovechar el 6 de enero para entregar el premio a la mejor decoración navideña de la residencia…

En mi experiencia, me he encontrado residencias donde los criterios eran dispares, por ejemplo: no permitir que las personas con demencia fueran disfrazadas en carnaval porque no podían elegirlo y podría resultar humillante, otras residencias que sí lo hacían y se disfrutaba, otras donde se aprovechaba a hacer fotos para la página web… Y con los Reyes sigue habiendo distintas visiones: algunas residencias animan a las familias a acudir al centro con los más pequeños para disfrutar junto a sus abuelos de la visita de los Reyes, sin embargo, en otras residencias no permiten las visitas de niños para que no acaparen a los Reyes y dejen a los mayores sin su fiesta; y por último, las residencias donde no acuden los Reyes Magos jamás. Como ves, tanto en el fondo como en las formas hay disparidad.

Y por todo esto, y por más cosas que me dejo en el tintero, no lo tengo tan claro y creo que hay un debate interesante donde todos podemos aportar y donde estaremos más cerca de lo que creemos de las opiniones de los demás. Estas festividades son especiales y no tengo duda de que muchas personas disfrutan de la visita de los monarcas de Oriente, pero también tengo la certeza de que no lo hacemos del todo bien. Para aplicar la atención centrada en la persona que tanto se predica, primero tenemos que contar con el consenso de los mayores; después, si el personal no está suficientemente formado habrá que recordarles que, a pesar de ser una fiesta normalmente infantil, esta se dirige a un público adulto. Por último, creo que el respeto a la persona tiene que ser absoluto, debe garantizarse que todo se llevará a cabo con un gusto y respeto máximos, y las personas usuarias y/o las familias tienen que ser parte de todo ello sí o sí. Si el centro tiene una cultura de atención respetuosa con los valores y preferencias de las personas esto estará más que asegurado porque es algo que se estará haciendo a diario. Sin embargo, en residencias donde la cultura del cuidado esté desfasada, sea vertical u opaca, difícilmente podrá hacerse una fiesta de este tipo sin caer en errores que menoscaben la dignidad del mayor. Quizá vea edadismo por todos los lados o quizá me haya puesto en la piel de las personas que viven en la residencia demasiadas veces, pero creo que estas fiestas son un botón de muestra de la calidad humana y del respeto que una residencia ofrece a sus usuarios.

¿Mi opinión personal? Yo para mí no querría que vinieran los Reyes Magos a visitarme porque creo que no me aportaría nada, pero me encantaría ver a mis compañeros de residencia disfrutar de ello. ¡Y por que no! puede ser un buen momento para que me acompañen mis nietos agarrándome fuerte de la mano nerviosos y alucinados porque «los Reyes han ido a visitar al abuelo a la resi».

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